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LAS BURBUJAS FINANCIERAS

Las burbujas financieras o burbujas económicas son fenómenos que se dan cuando el precio de un activo se aleja de su valor justo, con esta definición siendo muy diciente de la naturaleza subjetiva de este fenómeno.

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En primer lugar, porque el valor justo de un activo es subjetivo, en segundo lugar, porque en épocas de optimismo es normal que el precio esté por encima de ese valor, mientras que en épocas de pesimismo por debajo. Y por lo tanto hace muy difícil definir cuándo un mercado, acción, materia prima, divisa, criptomoneda o propiedad raíz están sobrevalorados y lo están además a un nivel en el que pueda llamárseles burbujas.

Y es normal que empresas de tecnología, como ha sido el caso de Amazon, Google o Tesla, hayan tenido precios excesivamente elevados para sus resultados financieros, pero después estos hayan mejorado a un ritmo mucho más acelerado que el aumento del precio y hayan pasado a ser más razonables sin necesidad de una caída pronunciada en el precio.

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Aunque una situación en el mercado en donde los precios se han salido de control puede llamarse una burbuja, realmente solo cuando estalla es posible confirmar que lo era y aun así muchas veces no hay un consenso absoluto. Sin embargo, estas son consideradas algunas de las mayores burbujas financieras de la historia.

BURBUJA FERROVIARIA

En 1840, Inglaterra vivió un periodo de gran inversión en nuevas líneas ferroviarias, que llevó a la aparición de decenas de nuevas compañías y atrajo el interés de empresarios, comerciantes e inversionistas, impulsados por las promesas de grandes rentabilidades en el sector.

Generando que las acciones de las compañías ferroviarias se dispararan en la bolsa de Londres a pesar de haberse establecido sin un plan de negocios sólido o un plan de construcción claro, y provocando además que una gran cantidad de líneas ferroviarias poco rentables y prácticas fueran construidas.

Pero cuando estas empresas comenzaron a quebrar, se dio el estallido de la burbuja, con grandes consecuencias económicas para el país, con el cierre de muchas empresas, el aumento del desempleo y generando además, la desconfianza del público en el mercado de valores.

BURBUJA PUNTOCOM

El auge de los computadores personales, el software y el internet llevaron a un aumento acelerado del precio de las acciones durante la década de los 90’s. Con el Nasdaq multiplicándose por más de 10.

Y una vez más se repetiría el proceso de las burbujas financieras anteriores: un interés genuino por los productos o tecnologías subyacentes se convertiría en un frenesí especulativo en el que las personas compraban todo lo que creían que podían vender más adelante por un precio mayor.

Y en el caso de la burbuja puntocom estas compras se enfocaban en todo lo que tuviera que ver con tecnología y se dio un auge de empresas que alcanzaban valoraciones de cientos de millones de dólares sin generar utilidades, flujo de caja o en algunos casos ni siquiera ingresos.

Y aunque algunas personas miran la burbuja puntocom y se concentran en Amazon, Microsoft y Apple, la realidad es que la mayoría de personas que invirtieron en esta época perdieron dinero y la mayoría de empresas desaparecieron, con el Nasdaq demorándose 15 años en volver a alcanzar máximos históricos.

BURBUJA INMOBILIARIA

Unos pocos años después estallaría otra burbuja y se daría la mayor crisis económica en el mundo desde la gran depresión. La burbuja inmobiliaria se formó por un exceso de crédito barato y dinero en la economía que permitió que personas pudieran comprar casas sin el más mínimo patrimonio o ingresos para cumplir con los pagos.

Con el índice S&P/Case-Shiller incrementándose más del 80% en 6 años y generando además un mercado a partir de las hipotecas de esas casas, que amplificó el problema a varias veces el tamaño del mercado inmobiliario en estados unidos.

Se produjo también un efecto riqueza, ya que a medida que los precios de las propiedades subían, las personas veían aumentar el valor de sus activos y esto les daba la sensación de tener más dinero disponible. Este efecto incentivó a las personas a gastar más, incluso si no habían vendido su propiedad todavía y las ganancias solo eran teóricas.

Pero cuando la reserva federal comenzó a subir tasas de interés, y los plazos en donde las personas no tenían que pagar prácticamente nada a cambio de sus casas comenzaron a cumplirse, las ejecuciones hipotecarias se dispararon y el índice S&P/Case-Shiller perdería casi el 30% de su valor, detonando una crisis en todo el mundo.

BITCOIN

Aunque bitcoin ha perdido más del 60% de su valor de mercado desde máximos históricos y una gran cantidad de criptomonedas, empresas y criptoactivos han desaparecido en el proceso, aún es pronto para saber con certeza si bitcoin es una burbuja, como fue el claro caso de los activos de este ecosistema que llegaron a valer cientos de miles de dólares o incluso millones y ahora no existen.

Será algo que solo se verá en el tiempo, pero que no podía dejar de mencionarse en un artículo sobre burbujas financieras, en especial considerando las numerosas similitudes que comparte con las anteriormente mencionadas, y por el efecto psicológico que tiene detrás y que da origen a estas situaciones.

¿POR QUÉ SE FORMAN LAS BURBUJAS FINANCIERAS?

Las burbujas financieras pueden explicarse tanto a nivel macro de la sociedad, como a nivel micro de la psicología de las personas. A nivel macro estas son algunas características comunes que se han repetido a lo largo de la historia en las diferentes burbujas que se han dado:

En primer lugar, riqueza. Que puede darse por un boom de crecimiento o por tasas de interés bajas que permiten la entrada de mucho dinero a la economía, facilitando que las personas tengan dinero para gastar y que además ahorrar sea poco atractivo, facilitando el interés por inversiones riesgosas.

En segundo lugar, apalancamiento. Aunque inicialmente las burbujas comienzan a formarse al absorber el capital sobrante de una sociedad, es muy normal que se de un aceleramiento en la subida de los precios gracias al apalancamiento, sea a través de contratos, préstamos a tasas de interés bajas o una combinación de ambas.

En tercer lugar, participación masiva. Las personas ven a otros ganando dinero con inversiones e inmediatamente el mercado pasa de expertos en el tema, a inversionistas en general, a una gran cantidad de personas que nunca habían invertido antes. La entrada de nuevas personas acelera la subida de precios y se forma un círculo vicioso que infla más la burbuja.

Mientras que a nivel micro, pueden verse muchos sesgos psicológicos en los que las personas caemos, facilitando estos eventos. Algunos de los principales son:

En primer lugar, el sesgo de confirmación: Las personas se enfocan en la información que confirma sus hipótesis y descartan la información que la contradice. Durante una burbuja financiera los inversionistas se concentran en lo “innovativo”, “revolucionario” o “disruptivo” que hay detrás de su inversión e ignoran todas las señales de alerta.

En segundo lugar, el efecto manada: Las personas tienden a seguir la multitud y durante una burbuja financiera, la multitud está comprando, entonces las personas se sienten cómodas haciendo lo mismo, porque tantos no pueden estar equivocados.

En tercer lugar, el miedo a perderse la oportunidad o FOMO: Que se da cuando las personas sienten que si no participan, están desperdiciando la oportunidad de sus vidas, y terminan actuando con base a este miedo mas que su análisis, ayudando a que el precio siga subiendo y más personas lo sientan.

Y finalmente el sesgo de atribución: En donde las personas se atribuyen las ganancias a su habilidad para invertir, en lugar de reconocer que son gracias a las sobrevaloraciones que están teniendo lugar en el mercado y por lo tanto no identifican que algo particular está pasando.