Los ALTOS PRECIOS DE LA ENERGÍA están destruyendo la INDUSTRIA ALEMANA

Alemania, el país que ha liderado la economia europea y la inversión en energías renovables no logra romper su dependencia a los combustibles fósiles y aumenta su consumo de carbón para mitigar una crisis energética que podría durar mucho más de lo esperado, comprometiendo su industria y el medio ambiente a la vez que sus ciudadanos compran madera para prepararse para el invierno y el descontento con el gobierno va aumentando.

Accede a nuestro curso gratuito y recibe más información de nuestros servicios:

SINOPSIS

La economia de Alemania ha liderado la economía europea durante mucho tiempo, así como la inversión en energías renovables. Sin embargo, Alemania sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, lo que aumenta su consumo de carbón y compromete el medio ambiente. A pesar de los grandes esfuerzos que ha realizado Alemania en los últimos años para reducir su dependencia del carbón y otras fuentes de energía no renovable, el país sigue siendo uno de los 10 mayores emisores de CO2 del mundo.

En su historia reciente, Alemania ha logrado unir a las dos partes que conformaban el país después de más de cuatro décadas de división a causa del final de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Actualmente, Alemania es una de las economías más prósperas del mundo y cuenta con una enorme industria automotriz compuesta por Mercedes Benz, Volkswagen, BMW y Audi, entre otras marcas reconocidas.

Para mantener su estabilidad económica y evitar caer en el estancamiento, Alemania ha fortalecido la unión europea, ha buscado limitar la influencia de Estados Unidos sobre asuntos internos y ha utilizado los lazos comerciales con Rusia como una forma de evitar cualquier tipo de conflicto en el futuro. Alemania ha sido también uno de los países que más ha invertido en la transición energética, con grandes inversiones en energías renovables.

A pesar de estas inversiones, la transición energética no es tan simple, ya que las energías renovables son intermitentes y necesitan de fuentes de generación de respaldo que estén en funcionamiento todo el tiempo o puedan ser prendidas y apagadas según se necesite. En la actualidad, Alemania ha escogido el carbón y el gas como principal fuente de respaldo, a pesar de que generan una gran cantidad de CO2 en comparación con la energía nuclear, que prácticamente no genera nada. Sin embargo, el país ha comenzado un proceso para desmontar sus plantas de energía nuclear después del desastre de Fukushima, y en la actualidad solo quedan 3 que podrían cerrar en el 2023.

A pesar de estos retos, Angela Merkel, que fue canciller durante la mayor parte del periodo de prosperidad de Alemania, logró mantener el crecimiento a nivel interno y la estabilidad de la unión europea a nivel externo. Aunque Alemania mantiene una alta dependencia de los combustibles fósiles y de Rusia, ha logrado que su industria se desarrolle a partir de una estructura de costos sumamente competitiva y ha reducido las emisiones de CO2 del país. No obstante, es importante que Alemania siga trabajando en reducir su dependencia del carbón y otras fuentes de energía no renovable para asegurar su prosperidad a largo plazo.