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El FINAL del DÓLAR ¿Un mito o una realidad inminente?



Después de dominar la economía durante casi un siglo, cada vez son más los retos que enfrenta el dólar y las dudas sobre su futuro.

Con la deuda de Estados Unidos creciendo aceleradamente, cada vez más países buscando su independencia del dólar y sus rivales actuando rápidamente para profundizar el daño.

Pero ¿realmente estamos al frente del final de la historia de la moneda más poderosa que la humanidad ha conocido?

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HISTORIA

En 1944, cuando la victoria aliada en la segunda guerra mundial se hizo evidente, 44 países se reunieron en Bretton Woods para definir el sistema monetario mundial que reemplazaría a la versión clásica del patrón oro.

bretton woods

Y Estados Unidos, que llegaba enormemente fortalecido y como la única potencia industrial en pie, sería la base de este nuevo sistema.

En donde el dólar quedaría atado al oro a una tasa de cambio de 35 dólares por onza y todas las demás monedas quedarían atadas al dólar a su vez.

Este acuerdo convirtió al dólar en la moneda más poderosa del mundo, en línea con una considerable ventaja de Estados Unidos sobre sus pares destruidos por la guerra.

Pero el final de esta guerra daría el inicio a una nueva, la guerra fría.

Que se caracterizó por la búsqueda de influencia en otros países por parte de Estados Unidos y la Unión Soviética, con el primero enfocándose en el comercio.

Porque al contar con la armada más grande del mundo, Estados Unidos buscó conseguir aliados a través del comercio, a cambio de proteger las rutas comerciales marítimas de los países que no se unieran al comunismo.

tratados de libre comercio que le dieron fortaleza al dolar

Y gracias a esta protección el comercio internacional viviría un incremento explosivo durante las siguientes décadas, con países que antes estaban destruidos por la guerra como Alemania, Japón, Reino Unido y Francia reindustrializándose y comenzando a apoderarse del comercio mundial.

Y estados unidos que había entrado en la guerra de Corea, la de vietnam, la carrera espacial y programas sociales de gobierno estaba gastando en exceso, entrando en déficits fiscales y además en déficits comerciales con sus aliados.

Esto provocó que la cantidad de oro en reserva como respaldo de los dólares comenzara a caer rápidamente.

Estados Unidos estaba comprando más de lo que le vendía al mundo y como consecuencia más dólares salían de su economía.

Que, como parte del acuerdo de Bretton Woods, implicó que muchos países con estos dólares requirieran su cambio a oro.

Cuando Estados Unidos no pudo sostener este cambio por más tiempo, decidió romper con los acuerdos de Bretton Woods en 1971, acabando con la convertibilidad del dólar a oro y dando inicio al sistema FIAT.

¿POR QUÉ EL DÓLAR ES LA MONEDA RESERVA?

Inicialmente el dólar se estableció como la moneda reserva por los acuerdos de Bretton Woods y por la gran diferencia en el poder económico y militar que tenía Estados Unidos con respecto al resto del mundo, pero ¿por qué después de que estos se acabaran, mantuvo su posición?

Aunque cuando se dio una salida del patrón oro, hubo una caída de la aceptación del dólar, esta fue momentánea y restablecida eventualmente.

Logrando esto por varias razones:

En primer lugar, el dólar se beneficiaba y sigue beneficiándose de un efecto de red.

En donde prácticamente en todos los países del mundo aceptan esta moneda porque saben a su vez que podrán usarla porque será aceptada en otros países.  

Además, el dólar es la moneda en la que más deuda extranjera existe, y quienes tienen esa deuda requerirán demandar dólares para pagarla, generando una alta demanda de base por la moneda.

En segundo lugar, por la profundidad del mercado financiero de Estados Unidos y la libertad para mover dinero en el país.

¿Qué hace un país como Arabía Saudita que queda con grandes cantidades de dólares después de vender su petróleo?

Además de gastar una parte obviamente, y usar este dinero para importar aquello que no produce al interior del país, este excedente es invertido.

Y Estados Unidos, con el mercado financiero más grande del mundo y grandes niveles de libertad para el movimiento de capitales es perfecto para esto.

La tercera lugar, Estados Unidos es menos dependiente del comercio internacional que su pares y, por lo tanto, lo afecta mucho menos un dólar fuerte o débil, en comparación con la competitividad que perderían China, Alemania o Japón si sus monedas se fortalecieran notablemente.

exportaciones/pib estados unidos

Algo que va de la mano con el tamaño de su economía, que ha sido la más grande del mundo por la mayoría de mediciones, durante el último siglo.

Tener una economía tan grande le permite crear mayores cantidades de dinero y sostener déficits comerciales con otros países, que permiten que haya una gran cantidad de dólares en circulación, sin que esto se vea traducido en una gran inflación o en un deterioro del dólar con respecto a otras monedas.

Dólar en circulación e inflación

Pero obviamente todo esto no significa que el dólar sea perfecto y esté libre de riesgos.

LOS DESAFÍOS DEL DÓLAR

Los titulares del final del dólar comenzaron a aparecer en Francia en 1971, cuando Estados Unidos acabó con la convertibilidad del dólar a oro.

Desde ese entonces ha sido una afirmación que ha aparecido de manera constante, intensificándose y desapareciendo una y otra vez con cada crisis económica.

Siendo la crisis del 2008 probablemente una de las más notorias.

La crisis del 2008 provocada por una burbuja inmobiliaria y por el apalancamiento excesivo de las instituciones financieras de Estados Unidos puso en riesgo la economía y al dólar.

En parte porque provocó un gran pánico que desestimuló la inversión en el país y puso en entredicho que los activos financieros que otros países habían mantenido en reserva en dólares estuvieran a salvo.

Además, el dólar tuvo una de las pérdidas de valor más rápidas de su historia, con el dólar index alcanzando un nivel mínimo histórico de 71 a inicios del 2008, el más bajo de los últimos 50 años.

Dólar Index

Y ahora una nueva ola de titulares plantean nuevamente la pregunta ¿El final del dólar ha comenzado?

Y esta vez tienen su origen en la respuesta de Estados Unidos a la invasión de Rusia a Ucrania.

Porque como parte del paquete de sanciones que Estados Unidos, Inglaterra, la Unión Europea, Japón y otros impusieron a Rusia, Estados Unidos congeló las reservas internacionales del banco central de rusia que tenía en dólares, es decir, cerca de la mitad de sus reservas.

Esto fue visto de manera negativa por muchos países, que se dieron cuenta que el uso del dólar, inevitablemente le daba un enorme poder a Estados Unidos sobre ellos, en lo que ha sido visto como el uso del dólar como arma.

Pero, además, esto ha coincidido con una compleja situación fiscal en Estados Unidos.

Aunque por lo general es sacada de proporción, la deuda en el país alcanza los 31 billones de dólares, que representa cerca del 122% de su economía.

Esto tiene varias implicaciones para el dólar, porque si el gobierno continúa gastando más que lo que recauda, se endeudará más. Con el pago de los intereses provocando que menos dinero se destine a inversión.

Y con el comité del presupuesto del congreso estimando que la deuda está disminuyendo el crecimiento económico del país en un 0.2% cada año.

Algo que, si bien no es significativa en un año, sí lo es en un periodo de tiempo más largo.

Esto provoca que para que el país pueda funcionar con sus gastos actuales, deba recurrir a los mercados financieros y si no hace nada para remediar su situación, se convierta en todo un círculo vicioso.

Y que la deuda de un país aumente no es necesariamente malo, pero cuando lo hace a un ritmo más grande que su economía, como ha sido el caso de Estados Unidos, termina por erosionar el crecimiento.

Y poner además al país en una situación vulnerable, porque la deuda a estos niveles hace más complejo el manejo de su política monetaria y que el país mantenga las tasas de interés en niveles altos para mantener la inflación baja.

Todo esto provocando que sus rivales aprovechen la situación.

LA MONEDA DE LOS BRICS

En el 2001 el economista Jim O’Neill de Goldman Sach publicó un artículo en donde identificaba a Brasil, Rusia, India y China como países con grandes potenciales de crecimiento para las próximas décadas.

A pesar de que son países con muy poco en común, más adelante se agregaría Sudáfrica y se convertiría en una organización no oficial, que buscaría hacerle contra peso a estados unidos y en especial al dólar.

Con Vladimir Putin siendo un fuerte proponente de que este grupo cree una moneda propia para remplazar al dólar y con la próxima reunión en agosto generando una gran expectativa por los anuncios que se puedan hacer al respecto.

Sin embargo, la idea de que una moneda de los BRICS pueda reemplazar al dólar está más llena de emociones que de racionalidad por varias razones:

En primer lugar, la idea de tener una moneda en común es completamente descartable porque cada país tiene ciclos económicos completamente diferentes.

Mientras unos deben tener tasas de interés más altas por la inflación, otros como China, están buscando evitar la deflación y estimular el consumo.

Por otro lado, mientras China, Brasil, Rusia son exportadores netos, India es un importador neto, por lo tanto, mientras los primeros se verían afectados con una moneda fuerte porque perderían competitividad, India se vería afectado con una moneda débil.

Por otro lado, la idea de tener una moneda conformada por las monedas individuales de cada país y usarla como medio para transacciones podría funcionar, pero requería de una apertura del mercado de capitales.

Si China vende más al resto de BRICS, como probablemente será el caso, entonces quedará con una gran cantidad de reservas en reales, rublos, rupias y rands.

¿Pero están esos países en condiciones y disposición de absorber esas reservas en la forma en la que lo hacen los mercados de Estados Unidos en estos momentos?

Como podrás imaginarte la respuesta es no.

De todas maneras, todo esto es insignificante al lado de la segunda razón y es que BRICS es prácticamente China.

PIB Brics

La diferencia en el tamaño de la economía entre los 5 es abismal y China representa el 72% de la economía del grupo, seguido por india con el 13%, Brasil y Rusia con el 6% y Sudáfrica con menos del 2%.

Esto plantea la posibilidad de que una integración económica gire alrededor de China.

Algo que India no va a permitir, no solo porque sus economías son muy opuestas en muchos sentidos y lo que le sirve a india afecta a china y viceversa, sino también porque ambos países mantienen disputas en sus fronteras. Y no son precisamente los mejores amigos.

Pero entonces esto plantea una opción mucho más viable y es la posibilidad del yuan como moneda reserva.

EL YUAN COMO MONEDA RESERVA

China es la segunda economía del mundo, la más grande por paridad de poder adquisitivo, el mayor exportador del mundo y ha mantenido un crecimiento oficial mayor que Estados Unidos durante las últimas décadas.

Por lo que se ha planteado la posibilidad de que eventualmente China se convierta en la economía más grande del planeta.

Y aunque China no está libre de desafíos y problemas, si esto llega a ocurrir, entonces ¿se convertiría el yuan en la principal moneda reserva del mundo?

Para lograrlo debería enfrentar dos retos:

El primero es que tendría que abrir sus mercados y levantar el control a los capitales, de forma que países como Arabia Saudita, cuando queden con yuanes, puedan invertirlos de manera segura en el mercado de china sin preocuparse por la liquidez, seguridad o regulación que después les impida retirar ese dinero.

China ha jugado con esta idea desde el punto de vista de relajar los controles a países petroleros como arabía, sin embargo, sus mercados financieros no están tan desarrollados como el estadounidense y por lo tanto no cuentan con la misma liquidez, opciones y capacidad de absorción de dinero.

Para alcanzar esto, tendría que haber una apertura masiva, que durará varias décadas y no limitarse a arabia y otros países petroleros.

Pero esto plantearía un gran segundo reto y es que, si China hace esto, entonces su moneda se revaluaría.

En estos momentos el yuan está muy cerca de sus niveles mínimos de los últimos 5 años porque el gobierno ejerce un fuerte control sobre su moneda.

Si se permitiera un libre movimiento de ella y se redujera la intervención para mantenerla artificialmente baja, aumentaría de precio.

Si esto pasa, el país perdería competitividad porque sus productos serían mucho más caros de comprar en el exterior.

Y a diferencia de Estados Unidos, China es muy dependiente de sus exportaciones para su crecimiento, por lo que un yuan libre representaría un cambio drástico en la estructura económica del mundo y uno de los cambios más drásticos para la economía China.

No necesariamente para bien.

Entonces si el yuan o una moneda de los BRICS es improbable que le haga contrapeso al dólar en un futuro cercano, ¿qué está pasando con la posición del dólar?

LA REALIDAD DEL DÓLAR

Más allá de los titulares sensacionalistas, los números siguen respaldando al dólar.

Y aunque es entendible la preocupación por el cambio drástico que representaría su caída y el efecto que tendría en la economía de estados unidos y el mundo, la realidad es que no solo el dólar se mantiene como la moneda más fuerte del mundo, sino que lo hace con mucha diferencia.

Un año después de las sanciones, el dólar sigue siendo la moneda preferida por los bancos centrales para mantener sus reservas con el 59% de ellas, es decir cerca de 3 veces la segunda moneda reserva que es el euro y más de 20 veces el yuan, que con el 2.58% de las reservas internacionales tiene números similares a Canadá.

Y aunque es cierto que ha habido una reducción con respecto al 70% de las reservas que se mantenían en dólares a inicios del siglo, es importante aclarar que parte de este cambio se debe a un aumento de reservas de los bancos centrales, que los han llevado a asumir más riesgos y reducir su exposición a dólares.

En cuanto a Forex, más del 80% de las transacciones involucran al dólar.

Más del 40% de los pagos en el sistema Swift son en dólares.

Cerca del 50% del comercio internacional se hace en dólares.

Y la deuda en dólares, que entidades no bancarias tienen, se mantiene en el 65%.

Y aunque el precio del dólar ha caído en los últimos meses con respecto a un conjunto de monedas, es importante entender que este precio no necesariamente está correlacionado con datos como los anteriores, que reflejan su estatus como moneda reserva.

Además, de todas maneras, esta debilidad no se ve reflejada con respecto a su principal rival que es el yuan, ni con respecto a otras monedas de los BRICS como la rupia o el rublo.

EL FUTURO DEL DÓLAR

Abraham Lincoln planteó que la destrucción de Estados Unidos solo podría venir dentro del mismo país y una versión de esto podría darse con el dólar.

En donde su futuro estará más atado a las decisiones del gobierno, con el manejo que le dé al gasto, al déficit y la deuda, además de la política monetaria que implemente la reserva federal y que el país logre salir del círculo vicioso en donde cada vez tiene más deuda, que erosiona el crecimiento, haciendo que sea una parte cada vez más grande de la economía.

Por otro lado, el mundo se enfrenta a dos tendencias, que marcarán el destino de la economía, afectando principalmente a su principal rival.

La primera de ellas es la crisis demográfica, que producto de la industrialización, redujo la tasa de fertilidad y provocó que hace décadas las personas disminuyeran la cantidad de hijos que tenían.

Provocando que ahora haya menos personas en edad de trabajar.

Y la población de China ya ha empezado a decrecer y tiene una tasa de migración neta negativa.

Además, el rápido envejecimiento de esta población limita la demanda interna y hace al país más dependiente del comercio internacional.

Mientras Estados Unidos, aunque mantiene una tasa de fertilidad por debajo de la de reemplazo, gracias a su población rural y migración, se espera que la población continue creciendo en las próximas décadas.

La segunda tendencia es la desglobalización, que afectaría más fuertemente a la “fábrica del mundo”, porque reduciría la demanda por productos del país.

Aunque a diferencia de la crisis demográfica, la desglobalización es solo una posibilidad y no un hecho, porque a diferencia de la primera, en donde no puedes crear trabajadores y consumidores de la nada, en la segunda hay opciones.

Sin embargo, Estados Unidos viene implementando políticas con las que busca repatriar la manufactura al país, otorgando subsidios y ayudas para que las empresas inviertan en producción en el territorio.

Con el caso más notable siendo probablemente el de TSMC, el principal productor de microchips del mundo que ha invertido fuertemente en una planta en Arizona.

Además, después de décadas de inversión en producción en China, las empresas de Estados Unidos están migrando parte de su manufactura a india, vietnam y México, que durante el 2022 fue el país al que se dirigió la mayor inversión de las empresas estadounidenses.

Si Estados Unidos logra esto, así sea de manera parcial, entonces lograría reducir su déficit comercial y con esto darle mayor fortaleza al dólar.

Por todo esto, el posible final del dólar ha sido muy probablemente sacado de proporción.

Y aunque es improbable que pierda su estatus en las próximas décadas, estamos seguros de que en Washington harán su mejor esfuerzo por lograrlo.

Si quieres conocer más detalles de las tendencias económicas que podrían darle forma al mundo en las próximas décadas te recomiendo que veas este artículo sobre el final de la globalización.