LA GUERRA DE LOS MICROCHIPS: ¿Puede ESTADOS UNIDOS destruir la economía de CHINA?

La guerra de los microchips ha comenzado y Estados Unidos quiere frenar el avance tecnológico y militar de China, y ha comenzado a implementar una serie de bloqueos sobre el sector más estratégico a nivel geopolítico del siglo XXI: los microchips.

En un plan que, si tiene los resultados esperados, le permitiría darle un golpe estratégico a China, llevar su sector tecnológico a la obsolescencia, debilitar su ejército y dañar irreparablemente su economía. Pero ¿podrá lograrlo?

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Sinopsis

La guerra de los microchips es un tema crucial en la geopolítica actual, en la que Estados Unidos busca frenar el avance tecnológico y militar de China implementando bloqueos en el sector de los microchips. Los microchips son la base de la tecnología moderna y tienen una gran demanda en todo el mundo.

Empresas estadounidenses como Texas Instruments e Intel se especializaron en su diseño y tercerizaron su producción en países asiáticos, pero la prohibición de exportación de esta tecnología a países como China y la Unión Soviética durante la guerra fría impulsó a estos países a desarrollar su propia industria. En Taiwán, el gobierno se enfocó en el desarrollo de esta industria, mientras que en Japón y Corea del Sur se involucraron en el diseño y el software.

TSMC en Taiwán y Samsung en Corea del Sur producen el 92% y el 8% de los microchips más avanzados del mundo, respectivamente, y la empresa holandesa ASML suministra los equipos de litografía. El poder computacional de los microchips se duplica cada 18 a 24 meses, lo que significa que estar solo unos años detrás de la tecnología más avanzada equivale a tener solo una fracción de su poder.

La comprensión de China sobre el poder estratégico de los microchips la ha llevado a desarrollar su propio sector tecnológico y convertirse en un competidor importante en este campo.